Estudiantes de Salzburgo Documentan la Peligrosa Vida de los Mineros en Bolivia

Agotamiento extremo Altitud mortal Esfuerzo intenso Fatiga profunda .

Potosí/Salzburgo – Respiración pesada, poca luz, túneles estrechos y herramientas de trabajo que parecen sacadas de la época colonial. Así es el día a día de los mineros que trabajan en las minas de plata del Cerro Rico, en Bolivia, arriesgando sus vidas en condiciones extremas. Seis estudiantes de la FH de Salzburgo acompañaron a una familia boliviana en su trabajo dentro de la montaña perforada y realizaron un documental sobre su dura realidad.

Potosí una joya muy valiosa

El Cerro Rico, cuyo nombre significa “Montaña Rica”, convirtió a la ciudad de Potosí, ubicada a 4100 metros de altura, en la joya más valiosa de los conquistadores españoles. Durante siglos, su riqueza fue extraída y enviada a Europa, dejando atrás una historia de sufrimiento y muerte. Desde el descubrimiento de la veta de plata en el siglo XVI, aproximadamente ocho millones de personas han perdido la vida en la montaña o en su camino hacia ella. Uno de ellos fue el hijo de 14 años de la familia Cruz, a quienes el equipo de filmación acompañó. “Murió debido a los gases tóxicos. Su familia sigue trabajando en el mismo lugar donde ocurrió la tragedia”, relata Andreas Posch, uno de los cineastas.

Trabajo en la Oscuridad y Condiciones Inhumanas

Raúl Cruz trabaja en un lugar donde el sol nunca brilla: los túneles del Cerro Rico. Las causas de muerte más frecuentes entre los mineros siguen siendo las condiciones laborales extremas, que apenas han cambiado desde la época colonial. Con martillos y cinceles, los trabajadores excavan en busca de los últimos vestigios de plata, zinc, estaño y cobre. Sin embargo, los principales yacimientos ya se han agotado.

“La montaña está completamente perforada, las vetas principales casi agotadas, y la parte superior del cerro corre un alto riesgo de colapso”, advierte Posch. Bajo tierra, la comida está prohibida, por lo que muchos mineros mastican hojas de coca para combatir el cansancio y el hambre. Además, el monóxido de carbono liberado por las explosiones afecta su salud. “Hay muy pocas máscaras de protección. Muchos trabajadores mueren por intoxicación o sufren de silicosis”, explica Katharina Rettenbacher, productora del documental.

Cada día uno menos

Según las estadísticas, cada día muere al menos un minero en el Cerro Rico. Para los habitantes de Potosí, la montaña siempre ha sido considerada una morada del diablo. Creen que los fallecidos han sido "devorados" por "Dio", una deidad demoníaca en la que aún persisten creencias. A pesar de los riesgos, alrededor de 15.000 mineros continúan trabajando en la mina, incluyendo hasta 1.000 niños. "La ciudad depende de la mina. Muchos no tienen otra opción laboral", señala Rettenbacher. Entre los trabajadores se encuentra la familia Cruz: el padre Guillermo, su hijo mayor Raúl, el yerno Grover y los dos hijos menores, Alex y Marco. Día tras día, buscan minerales durante jornadas de hasta 18 horas. Durante seis semanas, los estudiantes de Salzburgo se sumergieron en su mundo, filmando cada aspecto de su trabajo dentro de los estrechos pasajes subterráneos.

El tío es una manifestación de

antiguas deidades andinas relacionadas con la tierra y la minería. Según las estadísticas, cada día muere al menos un minero en el Cerro Rico. Para los habitantes de Potosí, la montaña siempre ha sido considerada una morada del diablo. Creen que los fallecidos han sido "devorados" por "Dio", una deidad demoníaca en la que aún persisten creencias. A pesar de los riesgos, alrededor de 15.000 mineros continúan trabajando en la mina, incluyendo hasta 1.000 niños. "La ciudad depende de la mina. Muchos no tienen otra opción laboral", señala Rettenbacher. Entre los trabajadores se encuentra la familia Cruz: el padre Guillermo, su hijo mayor Raúl, el yerno Grover y los dos hijos menores, Alex y Marco. Día tras día, buscan minerales durante jornadas de hasta 18 horas. Durante seis semanas, los estudiantes de Salzburgo se sumergieron en su mundo, filmando cada aspecto de su trabajo dentro de los estrechos pasajes subterráneos.históricos, como los de Bartolomé Arzans de Orsúa y Vela, describen hallazgos de estatuas dentro del cerro que podrían haber sido ídolos de culto prehispánico. Con la llegada de los españoles, estas figuras fueron demonizadas y asimiladas a la imagen del diablo europeo, dando forma a la figura del Tío tal como se conoce hoy.

El propósito del documental es:

visibilizar la situación de los mineros del Cerro Rico. La película prescinde de narradores y se apoya en los sonidos de la mina y los testimonios de los trabajadores para contar la historia. El proyecto recibió apoyo de la FH, de fondos cinematográficos y del gobierno de Salzburgo. Gracias a una campaña de crowdfunding, los estudiantes recaudaron los 5.000 euros finales necesarios para completar la producción. El documental de 25 minutos se estrenó el 1 de julio en el cine Das Kino de Salzburgo. 📌 Más información en: 🔗 www.cerro-rico-film.com